Beatriz y el perro
Beatriz era una niña muy dulce y cariñosa que vivía en una granja con su familia. Siempre estaba jugando con los animales y les daba mucho amor. Un día, cuando Beatriz tenía unos cinco años, llegó un perro a la granja. Era un cachorro muy bonito y Beatriz se enamoró de él al instante.
La niña le dio de comer, le dio de beber y le puso un nombre: Bruno. Bruno era un perro muy cariñoso y siempre andaba pegado a Beatriz. Los dos eran muy felices juntos.
Un día, Bruno vio a un gato en el campo y salió corriendo detrás de él. El gato subió a un árbol y Bruno no podía alcanzarlo. El perro empezó a llorar y Beatriz se acercó a consolarlo.
Le dijo: -No llores Bruno, yo siempre estaré contigo.
A partir de ese día, Bruno se calmó y supo que siempre podía contar con la amistad de Beatriz.
La moraleja de esta fábula es que el verdadero amor nunca falla.