Sonia estaba sentada en el porche de su casa, observando a las libélulas. Siempre le habían fascinado, con sus alas translúcidas y sus movimientos gráciles. De pronto, vio a una libélula que era un poco diferente a las demás. Era un poco más grande y tenía una mancha azul en una de sus alas.
La libélula azul se acercó a Sonia y comenzó a volar alrededor de ella. Sonia sintió que la libélula quería que la siguiera, así que la siguió. La libélula la llevó a un lugar mágico, donde las flores cantaban y las estrellas bailaban. Sonia nunca había visto un lugar tan maravilloso.
La libélula la llevó a volar por todo el lugar y Sonia se sintió como si estuviera en un sueño. Luego, la libélula la llevó de vuelta a casa y Sonia se quedó dormida. Soñó que volaba con la libélula azul por todo el mundo.