Encarnacion y el urogayo

Una vez una vez, había una niña llamada Encarnación que amaba a los animales. Amaba especialmente a su mascota urogayo, a la que llamó Fido. Un día, mientras jugaba con Fido en su patio trasero, Encarnación accidentalmente pisó un escorpión. Inmediatamente, el escorpión la picó y ella comenzó a sentirse enferma. Fido, al ver que su amado dueño estaba sufriendo, corrió hacia el árbol más cercano y comenzó a ladrar pidiendo ayuda. Un extraño que pasaba escuchó los gritos de Fido y corrió en ayuda de Encarnación. El extraño rápidamente aplicó un torniquete en la pierna de Encarnación para evitar que el veneno se propagara y luego la llevó al hospital. Encarnación se recuperó rápidamente de la picadura del escorpión, gracias al rápido pensamiento de su mascota urogayo. Ella aprendió de la experiencia que siempre es importante tener cuidado, incluso cuando solo estás jugando con tu querida mascota.