Francisco Javier y el canguro

Francisco Javier, científico de profesión, llevaba mucho tiempo trabajando en un laboratorio en el que, según él, se podían crear vida y energía a partir de la nada. Un día, tras un experimento fallido, una especie de canguro misterioso apareció en el laboratorio. El canguro, muy amistoso, le dijo que era un ser de otro mundo y que había viajado hasta allí para ayudarle a finalizar su experimento. Francisco Javier, al principio, no le creyó, pero pronto se dio cuenta de que el canguro era un ser muy inteligente y que realmente podía ayudarle. Juntos, lograron finalizar el experimento y, al hacerlo, un portal se abrió en el laboratorio. El canguro le dijo que era el momento de que él volviera a su mundo y que, a partir de ese momento, Francisco Javier sería el único humano que podría cruzar el portal. Francisco Javier, lleno de alegría, le dio las gracias al canguro y, tras un último abrazo, lo vio cruzar el portal y desaparecer. Francisco Javier, a partir de ese día, se dedicó a investigar sobre otros mundos y a tratar de contactar con otras formas de vida, siguiendo el ejemplo del canguro.