Desde pequeño, Hugo siempre había sido un niño solitario. Vive en una casa en el bosque, lejos de la ciudad y de otros niños de su edad. Hugo no tiene amigos, pero está contento con su vida y no le importa estar solo.
Un día, Hugo encuentra a un mandril en el bosque. El mandril parece un poco perdido y asustado, así que Hugo decide ayudarlo. Hugo pasa todo el día con el mandril, jugando y riendo. Finalmente, el mandril se despide de Hugo y se va.
Hugo se siente más feliz que nunca después de su encuentro con el mandril. A partir de ese día, Hugo se convierte en un niño más extrovertido y seguro de sí mismo. Ahora Hugo tiene muchos amigos y está muy contento con su vida.
Moral de la historia: es importante salir de tu zona de confort para conocer nuevas personas y tener nuevas experiencias.
