Una historia de amor
Juan Antonio amaba a las serpientes. Siempre le habían fascinado, desde que era un niño. Era algo que no podía explicar, pero siempre se había sentido atraído por ellas.
Un día, Juan Antonio vio a una serpiente que estaba herida. La serpiente parecía muy débil y estaba a punto de morir. Juan Antonio no pudo resistirse y decidió llevarla a casa para cuidarla.
Poco a poco, la serpiente se fue recuperando. Y, a medida que Juan Antonio la cuidaba, fue sintiendo una profunda conexión con ella. Se dio cuenta de que era una serpiente muy especial, y que la amaba.
Juan Antonio y la serpiente vivieron felices juntos durante muchos años. Nunca se separaron, y la serpiente siempre estuvo a su lado, hasta el final de sus días.