Maria Carmen era una chica hermosa y bondadosa que vivía en un pueblo cerca del río. Allí conoció a un pequeño pato que se quedó a vivir con ella. El pato se llamaba Poco y era el mejor amigo de Maria Carmen. Ella le enseñó a nadar y Poco le enseñó a Maria Carmen a querer. Juntos vivieron muchas aventuras y fueron muy felices.
Un día, un cazador vio a Poco y lo quiso atrapar. Maria Carmen lo vio y corrió a rescatarlo. El cazador la persiguió, pero Maria Carmen y Poco lograron escapar. Maria Carmen supo entonces que Poco era el amor de su vida y que nada ni nadie podría separarlos. A partir de ese día, fueron inseparables.