Martin y la cebra

Martin y la cebra vivían en una Selva. Martín era un león, y la cebra era su mejor amigo. Un día, la cebra vio a un ciervo en el bosque. El ciervo era muy grande y fuerte, y la cebra pensó que sería un buen amigo para Martin. Así que se acercó a él y le dijo: "Hola, soy la cebra. ¿Quieres ser mi amigo?" El ciervo respondió: "No, no quiero ser tu amigo. Los leones son peligrosos". La cebra se sintio triste, pero no dijo nada. Cuando Martin volvió a casa, la cebra le contó lo que había sucedido. Martin le dijo: "No te preocupes, la cebra. Los ciervos son peligrosos, pero tú eres mi mejor amigo".