Martina estaba lista para acostarse, pero no podía dormir. Sus ojos se cerraban, pero su mente no dejaba de dar vueltas. Entonces oyó un ruido outside. Salió de su cama para ver qué era.
Allí estaba el conejo, mirándola. «Hola, Martina», dijo. «¿No puedes dormir?»
«No», respondió ella. «Tengo muchas cosas en la mente».
«Te contaré un cuento para que te duermas», dijo el conejo.
Martina se volvió a meter en su cama y el conejo comenzó su cuento. Era sobre una niña que vivía en un bosque y encontraba una casita de caramelo. La niña entraba en la casa y se encontraba con unos animales mágicos que le contaban historias.
Al final del cuento, Martina se había quedado dormida. El conejo sonrió y se fue quietly.
