Mateo y el visón

Mateo era un niño de diez años que vivía en una aldea en medio de un bosque. Mateo solía ir al bosque a jugar, y un día, vio a un visón que estaba atrapado en una trampa. Mateo liberó al visón y, a cambio, el visón le dijo que le concedería un deseo. Mateo no sabía qué pedir, así que le dijo al visón que le diera una historia de fantasía. El visón se transformó en un dragón y comenzó a contarle una historia a Mateo sobre una princesa que estaba encerrada en una torre por un hechicero malvado. Mateo se entusiasmó con la historia y oyó cómo el dragón describía el país lejano donde vivía la princesa. El dragón también le contó a Mateo sobre las criaturas mágicas que habitaban ese país y sobre el hechicero malvado que quería hacer daño a la princesa. Mateo estaba fascinado por la historia y quería saber más. El dragón le dijo que si quería saber más, tenía que pedírselo. Mateo fue a casa y le contó a su madre lo que le había sucedido. Le dijo que quería ir al país de la historia para conocer a la princesa y detener al hechicero malvado. Su madre no le creyó, pero Mateo no se dio por vencido. Él sabía