Pedro y el pato viven en el campo. Pedro trabaja en el campo todos los días y el pato le ayuda. A menudo, el pato se sienta en el alféizar de la ventana de Pedro y lo mira mientras trabaja.
Un día, el pato no se sentó en el alféizar de la ventana. Pedro lo llamó, pero el pato no respondió. Pedro fue al lugar donde el pato solía estar y lo encontró dormido. Pedro se sonrió y dijo: «Supongo que necesitas un cuento para dormir».
Pedro le contó un cuento al pato y pronto el pato se quedó dormido. Pedro fue a su casa y se fue a dormir.