Cierto día, Ricardo estaba en el zoo, mirando a los animales. De repente, vio a un elefante africano que le resultó muy interesante. Ricardo quería saber más sobre el elefante, así que preguntó al cuidador del zoo.
El cuidador le dijo a Ricardo que el elefante africano era muy inteligente y que podía hacer muchas cosas. Ricardo quedó sorprendido y le preguntó si podía ver al elefante hacer una de esas cosas.
El cuidador del zoo le dijo a Ricardo que el elefante africano podía pintar. Ricardo no podía creerlo, pero el cuidador le dijo que era cierto. El cuidador le dio un pincel y un cuaderno de dibujo al elefante, y el elefante comenzó a pintar un hermoso paisaje.
Ricardo estaba muy impresionado y le dio las gracias al cuidador del zoo por mostrarle el elefante africano.