UNA historia de amor
A Ricardo le gustaba mirar al oso hormiguero mientras éste caminaba por el bosque. Le gustaba su forma de andar, erguido y orgulloso, y le recordaba a un rey que regresaba a su palacio. A veces, Ricardo soñaba que él era el oso hormiguero y que caminaba por el bosque, orgulloso y erguido.
Un día, Ricardo vio al oso hormiguero caminando hacia él. Ricardo no se asustó, pues sabía que el oso hormiguero no era un animal peligroso. El oso hormiguero se acercó a Ricardo y, con suaves movimientos de su enorme cabeza, le olisqueó la cara. Ricardo supo entonces que el oso hormiguero le había aceptado como amigo.
Desde aquel día, Ricardo y el oso hormiguero fueron inseparables. Cada día, Ricardo iba al bosque a buscar al oso hormiguero y, juntos, caminaban por el bosque, admirando la belleza de la naturaleza. A veces, Ricardo le contaba al oso hormiguero historias de otros animales que vivían en el bosque y el oso hormiguero escuchaba atentamente, pues le gustaba aprender cosas nuevas.
El oso hormiguero y Ricardo eran felices juntos y sabían que su amistad duraría para siempre.