Rodrigo y el pato se conocieron en el parque. Era un día soleado y había mucha gente jugando y corriendo. Rodrigo estaba sentado en el suelo, observando a todos disfrutar. De repente, vio a un pato que estaba solo y triste. Rodrigo se acercó a él y le preguntó por qué estaba tan triste. El pato le dijo que se sentía solo y que quería tener amigos. Rodrigo le dijo que él sería su amigo. A partir de ese día, los dos pasaban mucho tiempo juntos. Jugaban, reían y conversaban. Rodrigo le contaba cuentos para dormir al pato todas las noches, y el pato siempre estaba feliz. Un día, el pato le dijo a Rodrigo que quería volar. Rodrigo le dijo que podía ayudarlo. Juntos, trabajaron duro para que el pato pudiera volar. Y finalmente, lo lograron. El pato voló por primera vez y fue muy feliz. Rodrigo y el pato siguieron siendo amigos para siempre.
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