Una vez, en un bosque, vivía una ardilla llamada Rodrigo. Rodrigo era una ardilla muy especial, pues tenía una cola más larga y bonita que la de cualquier otra ardilla del bosque. Rodrigo era muy solitario y no tenía amigos, pero un día conoció a una ardilla llamada Lola. Lola era muy dulce y amable, y Rodrigo se enamoró de ella al instante.
Rodrigo y Lola pasaban mucho tiempo juntos, y eran muy felices. Un día, Lola le dijo a Rodrigo que quería que él fuera su novio. Rodrigo se sintió muy feliz y aceptó, y desde entonces los dos ardillas vivieron felices para siempre.