Érase una vez un niño llamado Sebastián que amaba a los animales. Su animal favorito era un toro grande y amigable llamado Ferdinand. Todos los días Sebastian salía al pasto a visitar a Ferdinand, y los dos jugaban juntos. Un día, cuando Sebastián fue a visitar a Ferdinand, encontró al toro en un grupo de vacas. Todas las vacas se apiñaban alrededor de Ferdinand y lo empujaban. Sebastián le preguntó a Ferdinand qué estaba pasando, y Ferdinand le dijo que las vacas lo iban a llevar al matadero. Sebastián estaba desconsolado. No quería que mataran a su amigo, así que se coló en el matadero esa noche y liberó a Ferdinand. Los dos amigos se escaparon juntos y vivieron felices para siempre.
¿Te gustaría regalar tu propio cuento único y personalizado? Entra y consíguelo ahora