Hace ya muchos años, Sonia se enamoró perdidamente de un rinoceronte negro que vio en una reserva natural. A partir de entonces, Sonia visitaba la reserva todos los días para ver a su amado rinoceronte. Cada vez que lo veía, su corazón se llenaba de alegría y se olvidaba de todos sus problemas.
Desafortunadamente, la relación de Sonia con el rinoceronte negro no era del todo perfecta. Los rinocerontes son animales muy grandes y fuertes, y a veces el rinoceronte negro se mostraba un poco violento con Sonia. Aún así, ella lo amaba y estaba dispuesta a hacer todo lo posible por estar a su lado.
Un día, el rinoceronte negro enfermó gravemente y Sonia se puso muy triste. Temía que su amado rinoceronte pudiera morir, así que decidió cuidarlo personalmente hasta que se recuperara. Afortunadamente, después de unos cuidados amorosos, el rinoceronte negro se recuperó por completo.
A partir de entonces, Sonia y el rinoceronte negro vivieron felices para siempre juntos en la reserva natural.
